Este medio de comunicación llamado familiarmente "La Trochita", une desde 1945 las localidades de Ingeniero Jacobacci, en la provincia de Río Negro, y Esquel en la provincia de Chubut, sobre una vía denominada económica, de apenas 75 cm de ancho. Desde su estación cabecera Ing. Jacobacci, pasando por las estaciones Cerro Mesa, Ñorquinco, El Maitén, Lepá y Esquel , totaliza un recorrido de 402 km del ramal que alcanza cotas sobre el nivel del mar de 600 a 1200 mt, con pendientes de hasta 15 grados, y tiene en su trazado 626 curvas. Sus locomotoras del tipo Mikado, fueron fabricadas por la Baldwin Locomotive Works, de los Estados Unidos, y la Henchel de Alemania.
Este es un tren a vapor, que utiliza como combustibles agua y petróleo crudo y a diferencia con el "Tren a las Nubes", no tiene malacate. Su mantenimiento es artesanal, los talleres funcionan en la localidad de El Maitén, donde se realizan los trabajos de carpintería, soldadura y metalurgia. Allí se reconstruyen de acuerdo con los planos originales las piezas que hoy en día no tienen repuesto. Los vagones construidos por la fábrica belga Famillereux, son de madera y tienen como única calefacción estufas de salamandra, que los mismos pasajeros alimentan con carbón o leña y que además sirven a la hora de calentar el agua para el mate.
El trencito fue instalado por Ferrocarriles Argentinos como línea de fomento, y transportaba la zafra lanera y ganado en pie, hasta 25000 toneladas por año. La carga mermó con el correr del tiempo por el surgimiento de medios alternativos. En la actualidad tiene solamente dos frecuencias semanales de uso turístico. Desde la localidad de El Maitén hasta el desvío Thomae o Ñorquinco y desde la localidad de Esquel hasta Nahuel Pan.

“LA TROCHITA” es parte de la gran historia de la Patagonia Argentina. Debido a ella nacieron numerosos y esforzados pueblos, los mismos que sufrieron con su decadencia. A pesar de que el paso del tiempo la dejó fuera de la competencia con los nuevos y más veloces medios de transporte, este ferrocarril es hoy uno de los más valiosos patrimonios históricos, culturales y tecnológicos. Es la muestra, aún viviente, del esfuerzo de la gente en una tierra tan hermosa como agreste, prometedora pero sacrificada, en tiempos en que el progreso era la fuente de todas las utopías. “La Trochita”, su historia y la de su gente es sin dudas fascinante y está escrita en cada pueblo, en cada vagón, en cada estación… esto es sólo un pequeño adelanto de lo que usted “puede vivir” a bordo de este museo rodante, que sin dudas representa el verdadero “Espíritu del Sur”.

No hay comentarios:
Publicar un comentario